Estimulación Cognitiva

En algunos casos, la persona que ha sufrido una lesión encefálica, como un AVE o un TEC, suele tener problemas cognitivos o intelectuales secundarios a dicha lesión. Por ejemplo, puede que le cueste mantener la atención, o que se le olviden las cosas, o que se encuentre desorientado, sin saber que día es o dónde se encuentra. Estas funciones del cerebro pueden y deben ser estimuladas. De esta manera, el rendimiento de la persona será cada vez mayor, logrando tener cada vez mejores capacidades intelectuales. Esta tarea, llamada rehabilitación cognitiva, debiera ser realizada por profesionales especializados, sobre la base de pruebas especificas que orienten a cuales son las funciones intelectuales que presentan déficit; sin embargo, la familia puede apoyar esta labor, a través de simples actividades en el hogar, en las cuales pueden, incluso, involucrarse los niños y ser más que ejercicios, espacios para compartir entre todos…

A continuación se encuentran algunas recomendaciones útiles para colaborar en la rehabilitación cognitiva de sus seres queridos.

Recomendaciones

  • En algunas personas que han tenido AVE puede producirse una Negligencia, es decir, que la persona “olvida” aquel lado del cuerpo que se encuentra paralizado, o “no ve” las cosas que se encuentran en ese espacio del campo visual. Por esto, es útil ubicarnos al costado de la persona en donde tiene su hemiplejia, es decir, si la persona tiene una hemiplejia derecha, nos sentamos al lado derecho de ella; y será desde aquí desde donde le hablaremos o le pasaremos las cosas. Así, estamos estimulando al cerebro a considerar este lado del cuerpo que ha “olvidado”.
  • Son muy beneficiosos aquellos juegos que nos permiten pensar, tales como el Memorice o las “parejitas”, el Dominó, las Damas, los Naipes o las Cartas, el Ajedrez, los Cachos, etc. De esta manera se integra a la persona afectada a una actividad social que, al mismo tiempo que divertirla, está significando un ejercicio que estimula su capacidad de concentración, de atención o de memoria.
  • También son útiles aquellos juegos que aparecen en las revistas o en los suplementos de los diarios, tales como: Puzzles, Crucigramas, Sopas de Letras, Encontrar las Diferencias, etc.
  • Estimule a su ser querido a identificar y reconocer algunos elementos conocidos, como por ejemplo, ver fotografías y recordar a personas o experiencias particulares, escuchar música y recordar las letras de las canciones o los cantantes, reconocer olores o sabores comunes, etc.
  • Integre a la persona a tareas cotidianas del hogar, tales como, sacar cuentas o hacer la lista de las compras. Así, la persona entrena habilidades matemáticas y de escritura, a la vez que se siente útil y considerada.
  • Puede utilizar calendarios y relojes para facilitar a la persona el saber qué día o qué hora es. Si fuera necesario, utilice carteles que recuerden, por ejemplo, las tareas a realizar o los números telefónicos de emergencia.
  • Pero por sobre todo, recuerde siempre tener paciencia, esperar a que la persona intente hacer las cosas por él mismo, antes de nosotros ayudarlo. Si la actividad es muy difícil para la persona, simplifíquela lo más posible o simplemente cámbiela. De esta manera evitará que su familiar se angustie o se sienta frustrado al ver que no tiene logros.