Apoyo Habitacional

Este Programa ofrece, a través de una Comunidad de Vida Independiente, un lugar para vivir a personas con discapacidad física, autovalentes (es decir, ya rehabilitadas), que tienen problemas habitacionales o no cuentan con una familia que las apoye.

Las personas con discapacidad, jóvenes y adultas, en situación de pobreza y vulnerabilidad social, tienen mayores problemas para acceder a una solución habitacional, pues si desean postular, por ejemplo, a un subsidio habitacional, necesitan tener un ahorro previo; ahora, si logran este ahorro, deben demostrar una renta que les permita pagar el dividendo mensual, cosa muy difícil a corto plazo, ya que la mayoría cuenta sólo con una pensión asistencial inferior a lo requerido. Por otra parte, si la persona con discapacidad quiere arrendar una casa o una simple pieza, debe enfrentar problemas de infraestructura como escalones en el acceso; ancho de puertas; tamaño del baño sin adaptaciones necesarias; poco espacio en todas las habitaciones para que una persona que se desplaza en silla de ruedas pueda hacer una vida lo más normal posible.
 
Otra realidad que deben enfrentar algunas personas con discapacidad es no contar con un apoyo familiar, ya sea por abandono de ésta, porque no tienen familia o porque provienen de otras regiones del país, en donde las oportunidades de salir adelante son mucho menores.

Debido a todas estas razones, la Fundación Esperanza Nuestra creó el Programa de Apoyo Habitacional, a través de una Comunidad de Vida Independiente, como una forma de apoyar, habitacionalmente, a personas con discapacidad física, que se ven enfrentadas a esta difícil realidad, una vez terminado el proceso de rehabilitación que los motiva a reinsertarse en la sociedad como un ciudadano más, pero que no les brinda igualdad de oportunidades.

Aunque esta Comunidad no es una solución definitiva, brinda a las personas la tranquilidad de un lugar donde vivir, mientras reorganizan sus vidas, ya sea terminando estudios, capacitándose laboralmente en algún instituto o buscando un trabajo, que les permita a futuro solucionar su problema habitacional en forma definitiva. 

Esta Comunidad es una casa adaptada para un normal desenvolvimiento de personas con discapacidad física, en donde se comparten las tareas domésticas como, aseo y cuidado general de la casa. En esta comunidad se cuenta con una persona, financiada por la Fundación, de lunes a sábado, que se encarga de preparar los alimentos. Los días domingos, los mismos residentes se turnan para cocinar.

Cómo acceder a esta comunidad

Las personas que ingresan a alguna de estas dos Comunidades de Vida Independiente son, principalmente, personas que se han rehabilitado en el Centro “Esperanza Nuestra”, obteniendo su autovalencia o independencia en actividades de la vida diaria; también ingresan personas del Movimiento que lo solicitan y que reúnen los requisitos.

También pueden optar a este apoyo habitacional, otras personas discapacitadas, si cumplen con los siguientes requisitos:

  1. ser una persona con discapacidad física
  2. no presentar patología siquiátrica ni daño sicoorgánico
  3. estar en situación de pobreza económica
  4. ser autovalente, es decir, no necesitar ayuda de terceros para realizar las actividades de la vida diaria

Para solicitar ingresar a una Comunidad de Vida Independiente, la persona debe enviar a la Dirección de la Fundación los siguientes documentos:

  1. una carta, explicando su problema habitacional
  2. un Informe Social de la Municipalidad de su Comuna
  3. antecedentes médicos, indicando el tipo de discapacidad

Para cualquier consulta o información sobre las Comunidades de Vida Independiente, comunicarse al número telefónico 225311308