Barreras Arquitectónicas

BARRERAS ARQUITECTÓNICAS Y URBANÍSTICAS

Muchas veces la persona con discapacidad, que ha completado un proceso de rehabilitación integral, tiene potencial para cumplir importantes roles al interior de la comunidad; sin embargo, al intentar integrarse a ésta, se topa con una serie de barreras, externas a la propia persona, que impiden dicho fin.  Entre estas barreras, están las llamadas barreras culturales o sociales, que imponen las propias personas al discriminar a una persona con discapacidad, o las barreras económicas, las que impiden que una persona con discapacidad acceda a equipos que faciliten su independencia, como por ejemplo, a una silla de ruedas eléctrica o a un automóvil adaptado. Así mismo, existen las barreras arquitectónicas y urbanísticas…

Por Barreras Arquitectónicas entenderemos “aquellos impedimentos que se presentan en el interior de los edificios”(Real Patronato de Prevención y de Atención a Personas con Minusvalía, España).  Por ejemplo, las escaleras son una barrera para aquellas personas que tienen dificultad en su marcha o que se trasladan en silla de ruedas. En cambio, las Barreras Urbanísticas son “aquellos impedimentos que se presentan en las estructuras y mobiliario urbano, sitios históricos y espacios no edificados de dominio público”(Real Patronato de Prevención y de Atención a Personas con Minusvalía, España). Por ejemplo, las aceras en las calles son una barrera para las personas que deambulan en silla de ruedas.

Estas barreras son un gran impedimento para lograr la real integración a la sociedad y es ésta, en su conjunto, la que debe suprimir aquellos obstáculos que discriminan a un importante número de personas, al no permitirles el acceso a todos los lugares de una ciudad. Según la Ley 19.284 “de la Integración Social de las Personas con Discapacidad”, no debieran construirse nuevos edificios ni espacios urbanos que no contemplen medidas especiales para facilitar el acceso de personas es silla de ruedas; sin embargo, el que la ley se haga efectiva depende de todos los ciudadanos y por eso es muy importante que usted denuncie los casos que no cumplan estas normas. Es su deber y su derecho exigir que nuestra sociedad sea cada vez más integradora.

Sin embargo, la integración comienza por casa. Frecuentemente las casas presentan barreras como peldaños en los accesos o puertas muy angostas. Las soluciones pueden ser muy simples, pero a veces también son costosas. Hay que buscar alternativas económicas y tener siempre presente que eliminar estas
barreras nos permitirá desarrollarnos más plena e independientemente, integrando realmente a las personas con discapacidad. De esta manera, lograremos tener una sociedad más tolerante y justa, que acoja a todos quienes la componen, indiferentemente si son o no personas con discapacidad.

Recomendaciones para Suprimir las Barreras Arquitectónicas más Frecuentes

Es común encontrar barreras arquitectónicas al interior de nuestras viviendas. Se debe intentar buscar formas de suprimirlas de la manera más sencilla y económica como sea posible, sin olvidar que toda adaptación debe ser segura y estar acorde a las necesidades de cada persona. A continuación se darán algunas medidas estándar, es decir, hechas para el común de las personas. Las presentamos como una referencia, pese a que las medidas planteadas deberán ser acomodadas para cada caso en particular.

Accesos: Por accesos entenderemos básicamente las puertas; éstas deben ser de un ancho aproximado de 90 cm. para permitir el libre paso de la silla de ruedas.
Espacio de transferencia: Este es un espacio que se debe contemplar, por ejemplo, a un costado de la cama, tina o W.C. para permitir “estacionar” la silla y realizar la transferencia. El ancho de este espacio es de 80 cm aprox.
Espacio de Rotación o de Giro: Este espacio debe contemplarse en lugares donde debemos acceder a diferentes dependencias; por ejemplo, al interior del baño, para acceder tanto al lavamanos, al W.C. o a la ducha. El diámetro de este espacio es de 150 cm.
Barras de Apoyo: Las barras de apoyo deben ser colocadas en puntos estratégicos que permitan facilitar las transferencias a realizar.
Lavamanos: Se debe preferir un lavamanos de muro y no uno de pedestal ya que este último no facilita el acceso en silla de ruedas.
Espejos: Para facilitar la utilización de un espejo por una persona en silla de ruedas, este deberá ser colocado a una altura de 90 cm. o en su defecto, puede ser inclinado.
Mesas: La altura adecuada para permitir el acceso a una mesa desde una silla de ruedas es de 70 cm. aproximadamente. Debe contemplarse la altura de los apoya brazos de la silla.
Altura de Elementos: Puede ser útil, para facilitar el acceso a ciertos elementos en espacios como la cocina o el closet, reorganizar el orden de éstos, de manera que las cosas más frecuentemente usadas estén a fácil alcance. La altura máxima en la que se alcanza desde una silla de ruedas es de 140 cm., y la altura mínima es de 40 cm.
Manillas: recomendamos usar estos tipos de manillas en las puertas, ya que son más fáciles de usar por una persona en silla de ruedas, debido a que requieren un menor costo de energía para accionarlas y son de más fácil alcance.
* Altura de la Cama: La altura de la cama debe ser, en lo posible, igual a la altura del asiento de la silla de ruedas. De esta manera se facilita la transferencia.
Nota: Imágenes y Normas basadas en las recomendaciones del “Real Patronato de Prevención y Atención a Personas con Minusvalía”, España.