Estrategias
Estrategias para manejar en familia una situación de discapacidad
Aprender a empatizar (ponerse en el lugar del otro) con el dolor del que sufre, buscando distintas alternativas para ayudarlo a superar las secuelas que su enfermedad conlleva.
- Desarrollar la capacidad de poder expresar los sentimientos y pensamientos.
- Desarrollar una actitud responsable y comprometida con la salud y recuperación del paciente, teniendo en cuenta que son un sistema integrado, por lo tanto lo que afecte a un integrante afectaría a todo el grupo.
- Desarrollar y fortalecer sus canales de comunicación, de tal modo que como grupo logren escuchar, acoger y responder tanto a las inquietudes del paciente, así como del resto de los integrantes del grupo familiar.
- Se debe estar informado y ser capacitado en torno a las características de la enfermedad que presenta el familiar afectado, así como, cuáles son sus responsabilidades y aporte en la rehabilitación de su pariente.
- Darse un tiempo para pensar en sí mismo, generar un espacio que permita a cada integrante vivir el cambio que se ha provocado en la familia y su propio duelo.
Recomendaciones en torno al manejo del paciente discapacitado
- Generar un clima de afecto y confianza.
- Respetar su propio tiempo para asumir las limitaciones y no romper en forma anticipada las defensas que ha desarrollado, buscando principalmente que sea la persona la que encuentre una estrategia para enfrentar y superar las limitaciones que le provocan su enfermedad.
- Intentar, dentro de lo posible, respetar su deseo de intimidad, el cual se ve fuertemente invadido por su condición de paciente.
- Evitar confrontarlo directamente con sus conflictos. Mostrar comprensión de manera que se facilite el mostrar su sentir.
- Establecer límites claros, realistas y, de cierta forma, flexibles en el proceso de rehabilitación.
- Mantener actitud de comprensión empática. (capacidad de colocarse en el lugar del otro)
- Ofrecer aceptación y respeto incondicionales.
- Evitar sentimientos de lástima y compasión. Un discapacitado no necesita de estos sentimientos, ya que es igual que todos. Él requiere apoyo y comprensión.
- Desarrollar un “Escuchar Activo”. Aprender a conversar y escuchar.
- Saber reconocer los sentimientos y actitudes que el paciente presenta, lo que nos permitirá acercarnos y desarrollar lazos afectivos que darán mas confianza y seguridad a éste.
Si la actitud del cuidador o familiar es percibida como auténtica por el paciente, estaremos en mejores condiciones de ayudar, ya que se logrará un clima de confianza y apoyo.